El torito de los cachos de oro
En los cerros de la cordillera de la costa linarense, hace años divisaban un precioso torito con los cachos de oro que daba fertilidad a las tierras y hacía más fecundo a los animales. Aparecía en las noches de luna y tenía el don de dar vida y riqueza al lugar donde vivía. En una oportunidad, ciertos hombres quisieron apresarlo y al perseguirlo el torito cayó en una laguna, donde murió ahogado. La laguna se secó y el fantasma del animal aparecía a los campesinos, pero las tierras nunca más volvieron a ser productivas, especialmente en Caliboro y Villa Seca y no aumentó el número de animales, los campos se hicieron secos y áridos al desaparecer la laguna y la vegetación consistía solo en espinos y en uno que otro árbol fuerte que podía soportar los ardientes rayos de sol.
Versión de Julio Chacón del Campo, “Geografía del mito y la leyenda chilenos”, Oreste Plath, Editorial Grijalbo, 7° Edición